LA CHANCA

Salazones, conservas y ahumados tradicionales para el consumo en el hogar. Con esta máxima, La Chanca elabora en Barbate (Cádiz) sus productos, destinados al disfrute recurrente de toda la familia en torno a la mesa. Sabores del Mar que se realzan con mucho cariño y absoluta artesanía, a la manera de antaño, siguiendo un legado que se remonta siglos atrás.

Un gran cambio tras 40 años de historia

Coincidiendo con el 40 aniversario de esta empresa de carácter familiar, y a fin de evitar un posible estancamiento respecto a sus competidores más directos, en La Chanca optaron por renovar su imagen corporativa al completo. Un cambio que se hacía necesario en esta empresa pionera tras cuatro décadas de práctico inmovilismo en este sentido, en las que únicamente se habían producido leves actualizaciones de ciertos elementos gráficos de la marca, pero nunca un giro estratégico de 180º en su comunicación como el acometido tras este encargo. Nacía así una nueva etapa para la conservera más acorde a los  tiempos que corren, más amable y cercana a las familias.

Acciones

Estrategia de marca
Diseño de identidad visual
Identidad Verbal
Fotografía
Diseño de Envases
Estrategia de redes sociales
Diseño de página web

Nuevos tiempos, el sabor de siempre

Si algo destaca a simple vista en este notable viraje del rumbo de la marca es el flamante icono. En él, alternando el blanco y el verde que evocan a la bandera de Andalucía, se aprecia –sobre el clásico óvalo representativo de La Chanca– la silueta de un pez, en clara alusión a la materia prima fundamental de la mayoría de productos de esta fábrica artesanal de salazones, conservas y ahumados del mar y que tiene a la Mojama de Atún de Barbate (Indicación Geográfica Protegida, IGP) como producto estrella. Todo, presentado de una manera lo más limpia, minimalista, clara y sencilla posible, para así lograr que fuese fácilmente identificable, reconocible y memorable para el gran público.

Pero hay más que ver además de un pez en el mencionado icono. De hecho, desde este estudio se tomaron como inspiración elementos como una clásica lata de conservas con su correspondiente anilla, además de una ánfora romana tumbada que representa, al menos de manera testimonial, la tradición milenaria de las salazones y conservas en la Bahía de Cádiz.

En determinadas aplicaciones, además, se presentan patrones ondeantes que evocan a las olas del Océano, dada la naturalidad y el carácter marinero que caracteriza a los productos de La Chanca.

El logotipo lo completa el nuevo lema de marca.

Como en una carta manuscrita, constituye una declaración de amor y agradecimiento.

La inscripción ‘Desde 1983’ también ha sido incluida en diferentes adaptaciones y formatos, reforzando el liderazgo y pionerismo de la marca en su gremio, al tratarse de la conservera precursora a nivel local.

Con cariño, desde Barbate

Con este reposicionamiento, el disfrute de la gastronomía en el hogar y el amor por la tradición pasan a ser ejes clave de cara al refuerzo de lazos con los consumidores y la atracción de nuevos públicos. Asimismo, la adquisición de un compromiso medioambiental y el impulso de hábitos alimenticios saludables a través de la apropiación y defensa del concepto ‘Dieta Atlántica’, son otras de las apuestas de La Chanca en esta nueva andadura.

En suma, valores tales como la sencillez, el factor humano, la naturalidad o el respeto medioambiental, están ahora presentes en diferentes acciones del proceso comercial de la compañía. Estas cuestiones pueden apreciarse, concretamente, en trabajos realizados desde este estudio, véanse el diseño integral de los envases, los útiles de papelería, la uniformidad de la plantilla de trabajo o la definición de estilos concretos para la ejecución de la fotografía y los contenidos audiovisuales que emanan la marca.